Justicia sin misericordia es crueldad. - Santo Tomás de Aquino
Sistema de Justicia Criminal Juvenil
Si bien es cierto que rutinariamente leemos en las noticias alguna historia sobre algún delito cometido por un menor, igual de cierto es que muchos desconocen lo que ocurre luego de que dicho menor es detenido. Mediante este aporte trato de ilustrar algunos puntos que para mi son importantes sobre el sistema que regula a los menores por conductas antisociales, para que juntos cuestionemos el proceso por el cual atendemos la criminalidad cometida por la población más vulnerable, los menores. Recordemos que el propósito principal del sistema de justicia juvenil es el de rehabilitación, y por tanto los exhorto a mantener dicho fin como norte durante este análisis.
Desarrollo cognitivo y otros estudios importantes
Está científicamente comprobado que la parte de tu cerebro responsable por tomar decisiones y el razonamiento, la corteza frontal, no está completamente desarrollada hasta los 25 años de edad. Es por esta razón que la mayoría de nosotros tomamos múltiples decisiones impulsivas e irracionales durante nuestros años de adolescencia. Y desde el punto de vista médico, tendencias de agresividad, irracionalidad e impulsividad demostradas durante la adolescencia tienden a desaparecer con el pasar del tiempo. Con un ambiente apropiado, la mayoría de estos jóvenes "crecen" y dejan a un lado estas conductas antisociales.
A pesar de ello, la Ley de Menores permite que un menor sea procesado como adulto desde los 14 años de edad, perdiendo así toda capacidad para recibir tratamiento con una visión rehabilitadora, al igual que no poder participar en cursos diseñados para su población, y estar expuestos e indefensos a los riesgos existentes en toda población adulta. No se puede permitir que un menor sea muy joven para comprar legalmente una cerveza, pero sí pueda ser privado de su futuro a tan corta edad. Merece más.
Las ramas de la criminología y de la psicología comenzaron a estudiar el campo de justicia criminal de menores tan recientemente como para los años 1960 - 1970. Desde ese entonces se han desarrollado un gran número de sorprendentes hallazgos que motivan un análisis serio de nuestras instituciones.
Les comparto varios hallazgos de gran valor:
La variable más importante para predecir si un adulto cometerá un delito es, si tuvo algún contacto con el sistema de justicia criminal mientras fue un menor.
Un joven que ha sido expuesto al sistema de justicia criminal es 38 veces más probable que cometa algún crimen como adulto.
Un joven que es ingresado a una institución es 26% menos probable que complete sus estudios de escuela superior, en comparación a un joven que nunca haya sido detenido.
Los tres factores mas influyentes de un sistema que atienda la criminalidad juvenil exitosamente son: a) una filosofía de intervención "terapéutica"; b) atención particular a ofensores de alto riesgo; y c) la calidad de los servicios.
Segun el Departamento de Corrección y Rehabilitación de Puerto Rico, el 24% de los confinados adultos en nuestras instituciones correccionales que cumplen alguna sentencia, ha tenido contacto previo con el sistema de justicia criminal juvenil. Es claro que la implementación de programas bajo la teoría de "mano dura" no tan solo garantizó que 1 de cada 4 confinados haya sido un reincidente, sino que el trato al cual expone a sus participantes es uno sumamente inhumano. Veamos.
25 años violando derechos
Desde el 1994, el Tribunal Federal para el Distrito de Puerto Rico tiene asignado a una Monitora Federal supervisando a la Administración de Instituciones Juveniles (AIJ) debido a las constantes violaciones de Derechos Civiles y Humanos de esa dependencia. Durante su más reciente informe, la Monitora Federal identificó no menos de 10 incidentes "perturbadores" que ocurrieron durante el periodo de abril a junio del recién terminado año 2019. Ella concluye que el personal de la AIJ actuó de manera negligente y en contra de las políticas adoptadas para atender los eventos identificados.
El reporte resalta los siguientes incidentes: varias instancias de jóvenes que ingieren medicamentos no prescritos como mecanismo de intentos de suicido; un suceso donde un joven se mutiló el pene en el área de las duchas a pesar de tener supervisión individualizada; la constante falta de atención médica de seguimiento; falta de personal psiquiátrico, entre otros. La Monitora enfatizó que nunca fue informada según los protocolos establecidos y que el personal de AIJ siempre alegó que "supervisan adecuadamente" a los jóvenes. La Monitora también informó que el personal AIJ no provee seguridad adecuada a los jóvenes internados ya que que permitieron agresiones serias entre estos, y en otros casos, utilizaron gas pimienta en contra de los jóvenes.
Costo Beneficio
Concluyo recalcando el costo que tiene un sistema mal diseñado y deficientemente implementado. De acuerdo a las estadísticas ofrecidas en las vistas públicas, para el 2017habían 246 jóvenes en el sistema, a un costo de $100,000 por menor por año.
Este abultado presupuesto es comparativamente similar al de otros programas con filosofias de "mano dura" en los Estados Unidos. Sin embargo, muchos estados han repensado e implementado nuevos mecanismos de intervención y prevención con resultados exitosos tanto en la reducción de la criminalidad como en el costo al erario. Estos programas "evidence based" se apartan de la filosofía de "mano dura" e intentan personalizar la intervención de los programas a las necesidades del menor.
Por ejemplo, algunos estudios han demostrado que programas que han implementado equipos multidisciplinarios (tratamiento, programas de justicia restaurativa, atención familiar u otros) de intervención sin incurrir en el sistema de justicia criminal, han logrado una reducción de hasta 22% de reincidencia entre los participantes. Otros beneficio es que dichos programas han reducido significativamente el costo por los servicios. Por ejemplo, el uso de estructuras multisectoriales ha logrado que por cada dólar invertido se reciban entre $10 - $11 en beneficios y ahorros.
Reforma de Justicia Criminal 2020
Estoy convencido de que se puede mejorar el sistema. Existen modelos que han demostrado ser exitosos y se pueden adaptar para su implementación en Puerto Rico. Tanto nuestro momento histórico, como la precaria situación financiera del país y el claro fracaso de sistema, exigen que exploremos otras medidas para lograr su propósito y finalidad: la rehabilitación del menor.
Te invito a que te unas en este proceso.